domingo, 18 de febrero de 2018

El León sediento

César Platas Brunetti

"En una lejana sabana africana, andaba perdido un león. Llevaba más de veinte días alejado de su territorio y la sed y el hambre lo devoraban. Por suerte, encontró un lago de aguas frescas y cristalinas. Raudo, corrió veloz a beber de ellas para así, apaliar su sed y salvar su vida. Al acercarse, vio su rostro reflejado en esas aguas calmadas.
 
– ¡Vaya! el lago pertenece a otro león (pensó y, aterrorizado, huyó sin llegar a beber).

La sed cada vez era mayor y él sabía que de no beber, moriría. A la mañana siguiente, armado de valor, se acercó de nuevo a lago. Igual que el día anterior, volvió a ver su rostro reflejado y de nuevo, presa del pánico, retrocedió sin beber Y así pasaron los días con el mismo resultado. Por fin, en uno de esos días comprendió que sería el último si no se enfrentaba a su rival. Tomó finalmente la decisión de beber agua del lago pasara lo que pasara. Se acercó con decisión al lago, nada le importaba ya. Metió la cabeza para beber… y su rival, el temido león, ¡desapareció!".

Muchos de nuestros temores son imaginarios. Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen. No dejes que tu fantasía descontrolada usurpe el lugar de la realidad, ni te pierdas en las creaciones ilusorias y reflejos de tu propia mente.



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